Durante los últimos años hemos visto que el papel de las mujeres dentro del ramo inmobiliario ha crecido de manera tan impresionante que, de acuerdo con el INEGI, el 41.7% del total de mujeres laboralmente activas trabaja en servicios inmobiliarios.
Las mujeres que se decantan por trabajar en este sector oscilan entre los entre 35 y 55 años.
En ese universo, 65% de las mujeres inmobiliarias cuenta con una licenciatura, el 18% tiene maestría, el 15% cuenta con educación preparatoria y el 2% tiene doctorado.
Parte del éxito de las asesoras inmobiliarias, recae en factores psicológicos como:
● Generan mayor confianza.
● Logran empatizar más, logrando un rapport más rápido y eficaz.
● Su mente trabaja de maneras más metódicas y organizadas.
En gran medida, estos resultados obedecen a que la situación económica actual, las obligó a salir al mercado laboral o a buscar mejores oportunidades salariales.
Del otro lado de la línea, también hemos visto un aumento en la participación de las mujeres en la adquisición de viviendas, por ejemplo: el 67% están involucradas en el pago de una vivienda, el 45% realizan pagos proporcionales a los de sus parejas y el 22% realiza una aportación mayoritaria.
El ingreso de las mujeres a la fuerza laboral del sector inmobiliario ha aumentado en un 200% desde el 2023, lo que ha obligado a las empresas inmobiliarias a crear espacios de equidad basados en acciones colaborativas para que se puedan desarrollar profesional y personalmente a la par que sus contrapartes masculinas.
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